¿Cuentas tuteladas para menores en las redes sociales?
Las redes sociales cada día están más presentes y ya forman parte de la vida de muchos de nosotros. Sin llegar a ser una dependencia, son una herramienta que nos permite estar en contacto con nuestros amigos y conocidos, como antes lo fueron las postales, las cartas, y el teléfono fijo por ejemplo.
La edad mínima para acceder a una red social son los 14 años (al menos para Facebook y Tuenti en España), pero es sabido por todos que los menores intentan acceder a estas redes mucho antes, obligando a los administradores de las redes a eliminar muchas cuentas creadas por menores de 14 años.
Todos conocemos algún ejemplo de primo, sobrino, etc que alguna vez a intentado agregarnos como amigo en Facebook y desde luego es una conducta ‘reprobable’ (y denunciable ante las propias redes) que recomendaríamos poner en conocimiento de sus padres.
Pero ¿y si existiese un tipo de cuenta tutelada en las redes sociales?
Esta cuenta la crearían los padres y tendrían el control de toda actividad y acciones importantes de la cuenta, por ejemplo. Si alguien trata de agregar como amigo a tu hijo, lo razonable parece que tu decidas si le permites aceptar esa petición, como sucede en la vida real, en la que los padres valoran las amistades y no permitirían, por ejemplo que un niño sea “amigo” de un adulto desconocido.
También tendrían los padres que autorizar la imágenes que se suben a estas cuentas tuteladas, etc. Estas cuentas servirían para que los niños puedan estar en contacto con sus tíos, primos, abuelos, etc. pero siempre con la supervisión de un adulto, tal y como sucede en la vida real.
Las redes sociales, por lo general, no tratan más que modelar la vida real, crear una replica digital de las relaciones reales.
Este tipo de cuentas permitirían a los menores ir aprendiendo a emplear las redes sociales y a conocer sus peligros ayudados y guiados siempre por sus padres.
Un buen símil sería, el enseñar a un niño a cruzar la calle. primero le acompaña su padre/madre y le va explicando, que tiene que cruzar cuando ‘el muñequito esta en verde’, que tiene que mirar a los lados, no correr, etc… y según el niño lo va asimilando podemos ir cediéndole la confianza necesaria para que lo haga solo y con la seguridad que da conocer los riesgos.